1- Puente Nuevo
Una de las imágenes más icónicas, no sólo de Ronda, sino de toda España, es la estructura de este puente del siglo XVIII mientras se hunde en el suelo del desfiladero de El Tajo, 120 metros más abajo.
Su construcción se inició en 1759 para sustituir un puente anterior que se había derrumbado en la década anterior.
Tampoco fue una empresa pequeña: El puente tardó otros 42 años en construirse y costó la vida a unos 50 trabajadores.
Hay una pequeña exposición sobre el puente y su construcción en una cámara situada sobre el arco principal.
Este mismo pequeño espacio se utilizó como prisión durante siglos.
2- Baños Árabes
Este emplazamiento, situado al este de Ronda, es un emocionante trozo del patrimonio morisco de la ciudad, y se encuentra en un estado tremendo teniendo en cuenta su antigüedad, con todo el tejado intacto menos uno.
Esto se debe, en parte, a que, como solía ocurrir, los baños fueron adaptados, esta vez como una curtiduría que aprovechaba la sala de calderas.
Las salas fría, templada y caliente siguen aquí, bajo techos de bóveda de cañón con aberturas en forma de estrellas.
Se puede ver cómo se calentaban, y el intrincado sistema que traía el agua del arroyo de las Culebreas al complejo.
Estos baños se encontraban en la parte más pobre de la ciudad, y tenían una función religiosa, ya que se encontraban junto a una mezquita para que los fieles pudieran realizar aquí sus abluciones.
3- Sierra de las Nieves
Seguro que querrá aventurarse en esos paisajes de ensueño que se ven desde los acantilados de Ronda.
La oficina de turismo de la ciudad puede facilitarle detalles de una serie de paseos lineales y circulares por el campo local.
La llanura que rodea Ronda es un mosaico de campos de cereal, olivares y, por supuesto, viñedos.
Estos se ven interrumpidos por grupos de árboles frondosos como castaños y robles.
Y si quiere ser realmente intrépido, también está a pocos minutos de dos cordilleras remotas y protegidas, la Sierra de Grazalema al oeste y la Sierra de las Nieves al este.
4- La Ciudad de Ronda
La forma más adecuada de entrar en esta parte, la más antigua de la ciudad, es por la puerta fortificada, la Puerta de Almocábar.
La forma de herradura del arco indica que es de origen árabe.
Más allá se encuentra la alcazaba árabe original de Ronda, donde hay todo tipo de pistas interesantes sobre el pasado de la ciudad.
Uno de ellos es el Alminar de San Sebastián, un minarete del año 1200 que fue adaptado como campanario de una iglesia tras la reconquista, pero que ahora se mantiene solo.
5- Plaza de toros de Ronda
A un breve paseo del Puente Nuevo se encuentra la neoclásica Plaza de Toros de Ronda, construida a finales del siglo XVIII y considerada una de las cunas de la tauromaquia moderna.
Este deporte es, por supuesto, un tema delicado, pero sigue siendo una parte indeleble de la cultura andaluza.
La plaza fue fundada por la Real Maestranza de Caballería de Ronda, que todavía existe, y hay un museo sobre esta institución debajo de una de las gradas.
También hay una exposición sobre la historia de la tauromaquia.
A las afueras de la ciudad se encuentra el Reservatauro Ronda, donde se crían los toros en un paisaje idílico de dehesas y encinas.